El Dálmata es el perro blanco de pintas negras que acompañaba a los coches de la aristocracia. Se dice que era un símbolo de estatus para la nobleza que un perro de estos corriera junto a los caballos que tiraban de su carruaje.Originalmente, antes de ser empleado por los aristócratas en Inglaterra, se estima que acompañaba a los carruajes sirviendo como perro guardián. También se ha empleado como pastor y en ocupaciones relacionadas con las guerras. Dato curioso del Dálmata es que nacen sin las pintas. Los perritos recién nacidos son blancos, les comienzan aparecer a la tercera semana.
El Dálmata tiene un serio problema hereditario de sordera. En los Estados Unidos se estima que un 30% de los cachorros serán sordos de al menos un oído. Aun en camadas donde ninguno de los dos padres es sordo, pueden nacer cachorros que sí los son. A las cinco semanas de nacido ya se sabe si puede oír perfectamente o no. Requiere la atención del amo, de lo contrario le da por morder las cosas en la casa. Bueno con los niños de la casa siempre y cuando se respete al perro.
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